Bueno, explorando en lo profundo de mi ser, de lo que significa ser yo, o sea, una jodida, o peor, una perra loca jodida y complicada, habiendo observado casi enteramente lo que siento, y tratado infructuosamente de descubrir por qué siento lo que siento, he arrivado a una conclusión.
No me quiero ir a Miramar.
No quiero.