martes, 5 de julio de 2011


Y entonces se juntan las sequías, las ganas de matar, las cosas en las que no quiero pensar, las cosas en las que quiero pensar y no me sale, el otro blog, ciertas personas, ciertas otras personas, y ciertas personas de más allá, quilombos pasajeros, quilombos de siempre, quilombos nucleares
Y un martes.

Un martes casi bonito, diría yo.
Y entonces ya no me dan ganas de despotricar contra la vida, que era lo que tenía planeado hacer desde ayer a la tarde. No sé, por ahí estoy cansada. Por ahí estoy contenta.
Por ahí estoy siendo feliz
...

Si me quedo muy quieta, sin emitir ningún sonido, llego a escucharlos. Los ruidos del pasado. Los gritos torturados de gente que sufrió  en los miles de millones de años que lleva la humanidad existiendo bajo el sol, los suspiros de enamorados de tiempos pretéritos, los cuentos susurrados contados por las abuelas de las abuelas de nuestras abuelas, los gemidos de los padres de los padres de nuestros padres haciendo el amor. 
Si te quedas muy quieta y callada, vos también los vas a escuchar.
(Digo, así te callas un ratito xDDDD)

...

Si me dijeran "pide un deseo"
preferiría un
rabo de nube,
un torbellino en el suelo
y una gran ira que sube.
Un barredor de tristezas,
un aguacero en venganza
que cuando escampe parezca
nuestra esperanza.
(Silvio Rodriguez)

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