sábado, 3 de septiembre de 2011


Hoy fue maravilloso. Increíble. Estábamos las cuatro ahí, gritando como locas y el pobre de Maxi no sabía donde carajo meterse, y, y… no sé, las quiero tanto a todas ustedes…

O sea, A Primera Vista fue perfecto. Perfecto. Perfeeeeeeecto. Bue, no voy a divagar más. No es el propósito.

La cuestión, es que tuve una epifanía. Y no, la epifanía que les dije que tuve no fue la real epifanía. O sea, estuvo manifestada con “necesito sexo. Urgente”; y eso fue lo que transmití.
Pero habiendo sido tan feliz, me di cuenta de que lo que necesito no es sexo (o sí, pero no exactamente). Lo que necesito es ser feliz. Mucho, mucho, sin límites, sin opresiones, sin nada.
Y entonces me di cuenta de que lo que en realidad extraño, es a ella

Y por eso, porque la extraño demasiado; y porque sé con certeza que el mundo es enorme, muy muy enorme y redondo y tiene demasiados millones de personas en el mundo; y es mucho más probable que no me la encuentre que que me la encuentre, además del hecho de que no creo que quiera encontrarme (xD), y es probable que tampoco volvamos a hablar; por eso, voy a seguir divagando. Porque es... sano. 

Bue, divagaciones, divagaciones, divagaciones... Son todas lo mismo.

Verdura tiene razón, le tengo que agradecer

2 comentarios: