viernes, 20 de enero de 2012

A la hora de hablar de la época en la que vivimos, he leído dos corrientes de opiniones adolescentes muy comunes.
  • La primera, que esta es una época muy original, pero carente de sentido.
  • La segunda, que esta es una época llena de sentido, pero sin originalidad.


Yo no sé que creo. Creo que estoy en el medio.Creo que esa es una discusión muy pelotuda. 
Creo que cada instante es original, lo que quiere decir que ninguno lo es. Y creo que todo tiene sentido. O que nada lo tiene.

Puede ser que sí, que vivamos en una época complicada. Que las vidas de muchos pasen por si se cae facebook o no, por la foto de perfil, o por salir a la noche, o por un celular nuevo con aplicaciones para saber el clima en Mongolia. Puede que no haya un Dios (ni muchos), un destino particular para la humanidad, un sentido que buscarle a todo esto.

No sé. Pero son las 22:22. Y eso, sorprendentemente, sí me importa. 

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